domingo, 22 de abril de 2007

Justicia de tómbola

Un magistrado ve “sorprendente que una persona con alto nivel de formación y capacidad soporte durante los años que ella señala desprecios, humillaciones y, en definitiva, malos tratos psicológicos” igual de sorprendente me parece, que el caso de la chica que era una estudiante de Ingeniería Industrial en Venezuela, y ante las dificultades para que le homologaran la carrera, optó por pasar la selectividad en España, sacó un 8,43 , lista o no apareció muerta dentro de una maleta, asesinada por su marido tras meses de maltratato psicológico.

Decisiones judiciales que buscan o la justificación de la violencia o quitarle importancia. La violencia de género no es cuestión de edad, de ideología, de estudios, de formación, ni de recursos económicos, ni son un muro que impida que la violencia llegue a las mujeres. Estos veredictos denotan una ignorancia tan supina sobre el particular que lo sorprendente es que alguien así haya llegado a ser juez de violencia de género, y peor aún: que aún siga en el cargo.

La clave está en la dependencia que hay hacia el agresor, en el grado de manipulación y poder que este puede llegar a ejercer.
En los primeros cuatro meses del 2007, han sido asesinadas 24 mujeres por violencia machista.

Las última perla en las decisiones judiciales fue la del auto judicial que ha retirado la guarda y custodia de dos niñas de 12 y 14 años a su madre para dársela a su padre, sin tener en cuenta la opinión de las menores -que aseguran haber sufrido abusos sexuales por parte de su progenitor, la mayor ha amenazado con suicidarse.

Hará falta un milagro para expulsar del cuerpo judicial a los jueces y juezas manifiestamente incapacitados para impartir Justicia. En este último caso la indefensión es mayor al tratarse de unas menores que tienen verdadero pánico a su progenitor, que como se vió en TV, se agarraban a cualquier cosa para impedir que su padre las metiera en un coche que les puede llevar a un viaje hacia el abismo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tan alucinado estaba yo hasta que me dio por pararme a releer la noticia y darme cuenta de que no había una sola prueba contra el marido de la señora licenciada, y que el juez lo que apunta en la sentencia es un indicio de que parece bastante increible que soportara lo que denuncia, algo que no se pudo probar. Simplemente un indicio que apunta en la dirección de la sentencia tomada por el juez: inocente hasta que no se demuestre lo contrario.
Sumemos a esto un proceso de divorcio en el que se puede llegar a recurrir a una denuncia falsa para acelerar el proceso.
Y es que una denuncia de una mujer no debe convertir automáticamente a un hombre en culpable, por mucho que algunos sectores de la sociedad lo piensen.

Felicitaciones por la web, George ;-)

Anónimo dijo...

In dubio pro reo